viernes, 12 de mayo de 2017

LA PSICOLOGÍA DE LA PROSTITUCIÓN

¿QUÉ ES LA PROSTITUCIÓN?
¿QUE ES UN PROXENETA?
QUE MOTIVA A LOS EXPLOTADORES
PROBLEMAS PSICOLÓGICOS DE SER PROSTITUTA/O


     1.Es toda actividad económica en la que una persona intercambia servicios sexuales por dinero o otro bien. El término genérico empleado para referirse a las personas que lo ejerce es prostituto/a. Es una actividad ejercida por el género masculino y femenino pero es más común por las mujeres.  
     
       2.Proxeneta se refiere a la persona que se encarga de recibir dinero acosta de la prostitución de las mujeres, este es el responsable de las negociaciones entre los clientes para que estos puedan gozar de la compañía de estas. Estos además les cobran a las mujeres por sus servicios, en muchos casos haciendo uso de violencia,engaños o drogas; pero principalmente se aprovechan de ellas de la superioridad y el hostigamiento.

    3. Los y las proxenetas e intermediarios están principalmente motivados a explotar sexualmente para ganar dinero y si es posible enriquecerse a costa del cuerpo y la dignidad de las niñas, los niños y adolescentes. Consideran el cuerpo como una mercancía que con su venta, una y otra vez, se le puede sacar bastante ganancia. La mayoría de los proxenetas son hombres, porque acumular dinero de forma excesiva es otra demostración de hombría y éxito social.

      4. Las consecuencias psicológicas de la situación de la prostitución que se manifiestan por trastornos mentales de tipo disociativo, es decir una verdadera escisión o disociación psíquica entre la personalidad  pública y el carácter "privado" de la persona prostituida, constituida por el aspecto psíquico de la descorporalización.

Esta escisión es un mecanismo de defensa contra los ataques psíquicos y violencias provenientes de la  situación de  prostitución, la primera de las  violencias es experimentar relaciones sexuales no deseadas en repetidas ocasiones.

Nociones fundamentales respecto a la sexualidad son las de deseo, el placer y el compartir, por lo tanto, la bilateralidad de la relación. En la situación de la prostitución, estas nociones están completamente pervertidas, y el concepto de intercambio bilateral desaparece por completo. La situación de prostitución no es un intercambio o una relación de carácter humano, no es más que una forma de sexualidad.

El hecho de someterse a relaciones sexuales  de manera repetitiva y no deseada  entraña una disociación psíquica con el fin de separar los dos mundos de la persona, y sobre todo para proteger al dominio privado de daños experimentados  en el campo de la prostitución con la finalidad de reducir lo experimentado en este último. Esto es totalmente artificial: es una situación que simula una relación humana,  todo es artificial; no existen los sentimientos y las emociones, que son rechazados por ser considerados como obstáculos por parte del comprador de servicios sexuales. La ausencia de cualquier afecto humano (que no sea negativo, como el desprecio de la personalidad, la negación de sus deseos, su ignorancia de la identidad humana, la asimilación a un objeto sexual totalmente sumiso, en fin todo lo que hace al carácter humano único de una persona se le niega y debe desaparecer en favor de la relación estrictamente comercial) es extremadamente destructivo para cualquier persona que vive esta situación.

Un estudio americano realizado en 5 países (Estados Unidos, Zambia, Turquía, Sudáfrica y Tailandia) a personas prostituidas mostró la presencia de trastornos psiquiátricos (que incluye la disociación mental) similar a los diagnosticados en los veteranos de la Guerra Vietnam, en el 67% de las personas prostituidas: esto es lo que llamamos el TEPT (trastorno de estrés postraumático), que se puede integrar a la descorporalización.

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